Dictionary.com coronó “67” como su Palabra del año 2025, una decisión que parece desconcertantemente aleatoria y extrañamente profética. El término de la jerga, también escrito como “6-7” o “seis-siete”, ganó popularidad este año con una intensidad que llevó a Dictionary.com a declarar al ganador temprano, un mes antes de su anuncio habitual en noviembre.
Pero, ¿qué es exactamente “67”? Dictionary.com lo define como un “término de jerga viral y ambiguo” y califica su significado como “en gran medida absurdo”. Esencialmente, es un emoji que se encoge de hombros y al que se le da voz. Piense en ello como un “meh” verbalizado que expresa vaga indiferencia o incertidumbre. Es posible que veas a alguien responder aparentemente a cualquier pregunta con “67”, independientemente de su gravedad, desde “¿Cómo estás?” a “¿Cuál es la capital de Francia?”
La frase suele ir acompañada de un gesto con la mano: las palmas hacia arriba, alternando entre movimientos hacia arriba y hacia abajo. La ambigüedad y la tontería parecen ser exactamente la razón por la que resuena.
De las letras de las canciones a las sensaciones virales
Si bien sus orígenes exactos siguen siendo confusos, “67” probablemente proviene de la canción repetitiva “Doot Doot (6 7)” del rapero Skrilla. Luego vinieron momentos virales que amplificaron su difusión: un partido de baloncesto en el que un niño alegre gritaba “67” y estrellas de la NBA como Shaquille O’Neal lo dejaban caer casualmente en la conversación. Desde entonces, se ha asociado fuertemente con la Generación Alfa, capturando la capacidad de atención fugaz y el absurdo lúdico que a menudo se atribuye a las generaciones más jóvenes.
¿Esto es simplemente ‘Brainrot’?
Algunos condenan el “67” como un excelente ejemplo de “brainrot”, la palabra del año 2024 de Oxford. Este término describe el supuesto deterioro mental derivado de la sobreexposición a contenidos en línea triviales o poco desafiantes.
Pero el director de lexicografía de Dictionary.com, Steve Johnson, ofrece otra perspectiva: tal vez se trate menos de mentes en decadencia y más de un anhelo de conexión en un mundo cada vez más fracturado.
“Puede tratarse de querer compartir risas y objetivos colectivos”, explica Johnson. “Demuestra que incluso en los tiempos más polarizados en los que vivimos, puedes tener algo que sea simplemente divertido, frívolo y alegre, donde puedas conectarte con los demás y mostrar pertenencia”.
Podría estar en algo. Décadas de investigación apuntan a una creciente epidemia de soledad en Estados Unidos. Si bien la COVID-19 ciertamente amplificó esta sensación de aislamiento, las raíces son más profundas y son anteriores a la pandemia.
¿Podría ser “67” simplemente un intento desesperado de humor comunitario, un apretón de manos digital en un paisaje cada vez más aislado? Puede parecer trivial, pero tal vez encontrar momentos fugaces de diversión compartida sea lo que nos hace humanos, incluso si esos momentos se expresan en una serie de números sin sentido.
Es poco probable que los juegos de palabras basados en memes resuelvan por sí solos los problemas sociales más profundos que alimentan la soledad y la desconexión. Pero tal vez represente una necesidad urgente de conexión, por ridícula o fugaz que sea. Mientras sigamos buscando soluciones más sostenibles para abordar estos problemas, el “67” podría ser una distracción momentánea con implicaciones sorprendentemente profundas.



































