Manejo de la insulina: una guía para un uso seguro y eficaz

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Para las personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 que dependen de la insulina, la administración adecuada no sólo es importante: es fundamental para la salud. La dosificación o técnica incorrecta puede provocar niveles de azúcar en sangre peligrosamente altos o bajos, con graves consecuencias. Esta guía desglosa lo que se debe y lo que no se debe hacer en el uso de insulina, lo que garantiza que maximice la eficacia y minimice los riesgos.

Momento y técnica: hacerlo bien

Insulina a la hora de comer: La insulina de acción corta o rápida debe administrarse alrededor de 15 minutos antes de comer. Esto permite que la insulina comience a funcionar cuando la glucosa ingresa al torrente sanguíneo procedente de los carbohidratos. El cuerpo naturalmente anticipa los alimentos liberando insulina tempranamente; hacer coincidir este proceso mejora el control. Integrar la administración de insulina con las rutinas existentes (como cepillarse los dientes o preparar café) puede ayudar a establecer la coherencia. Siga siempre las instrucciones específicas de su proveedor de atención médica.

Rotación del lugar de inyección: Las inyecciones repetidas en el mismo lugar pueden causar lipohipertrofia, una acumulación de grasa y tejido cicatricial que altera la absorción de insulina. Rote los lugares de inyección (abdomen, muslos) semanalmente o cambie lugares específicos diariamente dentro de un área del cuerpo. Para la insulina de acción intermedia o premezclada, limítese a un área pero varíe el punto exacto de inyección.

Primero controle el nivel de azúcar en la sangre: Siempre controle el nivel de glucosa en la sangre antes de inyectar. Las lecturas bajas pueden significar omitir o reducir la dosis; las lecturas altas pueden requerir una corrección. La dosis de insulina también está influenciada por los niveles de actividad y la ingesta de alimentos. El ejercicio, por ejemplo, puede reducir las necesidades de insulina. Consulte a su proveedor para realizar ajustes personalizados.

Precauciones esenciales: evitar errores

Nunca reutilice las agujas: Usar una aguja nueva y afilada con cada inyección no es negociable. Las agujas desafiladas causan dolor, aumentan el riesgo de lipohipertrofia y aumentan el potencial de infección. Compartir agujas plantea graves riesgos para la salud, incluida la transmisión viral.

Recuento de carbohidratos: Las dosis de insulina a menudo están vinculadas a la ingesta de carbohidratos mediante una proporción de insulina a carbohidratos. Comprender el contenido de carbohidratos de los alimentos es clave para una dosificación precisa. Esta proporción no es fija; puede variar según la actividad, la hora del día o los ciclos hormonales. La experimentación con un profesional de la salud es crucial para determinar las necesidades individuales.

Solo inyecciones subcutáneas: La insulina se debe inyectar en la capa de grasa justo debajo de la piel (tejido subcutáneo), no en los músculos ni en los vasos sanguíneos. La inyección muscular provoca una absorción errática. Pellizcar la piel o utilizar un ángulo de 45 grados garantiza una colocación correcta.

Medidas de seguridad: más allá de la inyección

Eduque a quienes lo rodean: La hipoglucemia grave (bajo nivel de azúcar en la sangre) puede impedirle autotratarse. Enseñe a familiares, amigos y compañeros de trabajo cómo reconocer y responder a una emergencia hipoglucémica (dificultad para hablar, desorientación, pérdida del conocimiento). Asegúrese de que sepan cómo administrar glucagón de emergencia y llame para pedir ayuda si es necesario.

Los factores externos importan: El azúcar en sangre se ve afectado por algo más que los alimentos. El estrés, las enfermedades, los medicamentos (como los esteroides), la menstruación y la deshidratación pueden influir en los niveles de glucosa. Ajuste la insulina en consecuencia.

Almacenamiento adecuado: Las temperaturas extremas pueden dañar la eficacia de la insulina. Evite la luz solar directa o guardarlo en automóviles calientes. No congele la insulina.

En conclusión, el uso seguro y eficaz de la insulina requiere una técnica consistente, una dosificación precisa y conocimiento de los factores externos. Dar prioridad a la educación, el almacenamiento adecuado y la preparación para emergencias protege su salud y garantiza que aproveche al máximo este medicamento que salva vidas.