El yogur, un popular producto lácteo fermentado, a menudo genera un debate sobre su nivel de pH y si es beneficioso o perjudicial para la salud. Si bien la leche en sí se encuentra dentro de un rango ligeramente alcalino (pH 6,7-6,9), el proceso de fermentación altera drásticamente el pH del yogur, volviéndolo ácido. Analicemos qué significa esto y por qué es importante.
Entendiendo el pH
El pH es una medida de cuán ácida o alcalina es una sustancia. La escala varía de 0 a 14. Un pH inferior a 7 indica acidez, un pH superior a 7 significa alcalinidad (o basicidad) y un pH de 7 es neutro. El agua pura generalmente tiene un pH de alrededor de 7, aunque las fuentes y los tratamientos pueden cambiarlo ligeramente en cualquier dirección.
El proceso de fermentación y el pH del yogur
El yogur se produce calentando leche pasteurizada y luego introduciéndole bacterias vivas. Las bacterias clave incluyen Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus, y con frecuencia también se agregan otras bacterias probióticas beneficiosas. Durante la fermentación, estas bacterias convierten la lactosa (azúcar de la leche) en ácido láctico. Este proceso reduce el pH del yogur y, en última instancia, da como resultado un pH de 4,6 o menos, lo que lo vuelve ácido.
- El tiempo de fermentación importa: Cuanto más tiempo fermenta el yogur, más ácido láctico se produce y menor es el pH. Los períodos de fermentación más cortos provocan un pH más alto y un sabor más dulce.
- Variedad de bacterias: Diferentes cepas de bacterias influyen en el proceso de fermentación, contribuyendo a una amplia gama de sabores y ligeras variaciones en el pH.
Por qué el yogur sigue siendo una opción saludable
A pesar de su naturaleza ácida, el yogur se considera un valioso complemento a una dieta saludable por varias razones:
- Rico en nutrientes: El yogur es una buena fuente de vitaminas y minerales esenciales, incluidas las vitaminas A, B2 y B12, calcio, potasio y fósforo.
- Consumo de lácteos recomendado: Las pautas dietéticas recomiendan que la mayoría de los adultos consuman alrededor de 3 tazas de productos lácteos al día, y el yogur es una opción conveniente y nutritiva.
- Beneficios de los probióticos: Los alimentos fermentados como el yogur son ricos en probióticos, que son beneficiosos para la salud intestinal y pueden ayudar a reducir la inflamación.
Elegir el yogur adecuado
Para maximizar los beneficios para la salud del yogur, considere lo siguiente:
- Culturas vivas y activas: Busque yogures que indiquen explícitamente que contienen culturas vivas y activas.
- Bajo en grasa o sin grasa: Opte por variedades bajas en grasa o sin grasa para reducir el consumo de grasas saturadas.
- Limite los azúcares añadidos: Tenga en cuenta los azúcares añadidos, ya que algunos yogures contienen cantidades importantes.
En conclusión, si bien el yogur es técnicamente un alimento ácido debido al ácido láctico que se produce durante la fermentación, sus beneficios nutricionales y su contenido de probióticos lo convierten en una opción saludable y deliciosa para la mayoría de las personas. Elegir yogur con cultivos vivos y activos, bajo en grasas y con un mínimo de azúcares añadidos favorecerá mejor la salud y el bienestar general.
Conozca a nuestros expertos
Reyna Franco, RDN y Siddhi Camila Lama, MS, PhD, CNC, CPT, contribuyeron con su experiencia a este artículo. Reyna Franco es una nutricionista dietista registrada con amplia experiencia en terapia de nutrición médica y consultoría de bienestar corporativo. Siddhi Camila Lama es una escritora independiente de ciencia y gastronomía con experiencia en bioingeniería y nutrición. Su conocimiento combinado proporciona información valiosa sobre las implicaciones científicas y para la salud del consumo de yogur.
































