Cuando el eccema no responde a los esteroides: exploración de tratamientos alternativos

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Cuando el eccema no responde a los esteroides: exploración de tratamientos alternativos

La dermatitis atópica (eccema) es una afección inflamatoria crónica de la piel que causa picazón intensa, enrojecimiento y malestar. Si bien los esteroides tópicos suelen ser la primera línea de defensa, no siempre son eficaces, especialmente para el tratamiento a largo plazo. Este artículo analiza lo que sucede cuando los esteroides no logran controlar los brotes de eccema y describe la creciente gama de tratamientos alternativos disponibles en la actualidad.

Por qué los esteroides tópicos no siempre son suficientes

Los esteroides tópicos pueden reducir rápidamente la inflamación durante un brote de eczema. Sin embargo, el uso prolongado puede adelgazar la piel, haciéndola más vulnerable. Los dermatólogos generalmente recomiendan sólo el uso a corto plazo.
¿La cuestión central? El eccema rara vez es causado por un solo factor. A menudo se desencadena por una combinación de predisposición genética, irritantes ambientales (como el aire seco o los ácaros del polvo), alergias e incluso estrés. Si los desencadenantes subyacentes no se abordan, los esteroides sólo enmascaran los síntomas, no los curan.

Tópicos recetados más allá de los esteroides

Cuando los esteroides ya no brindan alivio, los dermatólogos recurren a una variedad de tópicos recetados no esteroides:

  • Inhibidores de la calcineurina (pimecrolimus, tacrolimus): Estas cremas suprimen la respuesta inmune de la piel, reduciendo la inflamación sin los efectos secundarios a largo plazo de los esteroides.
  • Inhibidores de la PDE-4 (Crisaborole, Roflumilast): Estos medicamentos amortiguan un sistema inmunológico hiperactivo al bloquear una enzima llamada PDE4, lo que disminuye la picazón, la hinchazón y las erupciones cutáneas.
  • Inhibidores de JAK (Ruxolitinib): Bloquean señales inflamatorias específicas dentro del sistema inmunológico, ofreciendo un enfoque más específico.
  • Agonistas de los receptores de hidrocarburos arilo (Tapinarof): Estos funcionan para reparar la barrera cutánea y reducir la inflamación.

Estos tópicos se pueden usar solos o en combinación, según la gravedad y la frecuencia de los brotes.

Medicamentos sistémicos: cuando la piel no es suficiente

En casos graves, los medicamentos sistémicos actúan en todo el cuerpo para reducir la inflamación:

  • Inhibidores de JAK (Abrocitinib, Upadacitinib): Los inhibidores orales de JAK se dirigen a las vías inflamatorias de forma sistémica. Si bien los resultados no son inmediatos, la picazón suele mejorar rápidamente.
  • Productos biológicos (Dupilumab, Lebrikizumab, Nemolizumab, Tralokinumab): Estos inyectables se dirigen a partes específicas del sistema inmunológico, bloqueando los mensajeros químicos que provocan la inflamación.
  • Inmunosupresores (ciclosporina, metotrexato, azatioprina, micofenolato): Estos medicamentos, más antiguos pero aún eficaces, suprimen ampliamente el sistema inmunológico. Por lo general, se reservan para casos graves en los que otras opciones fallan.

Rara vez se recomiendan los corticosteroides orales más antiguos, como la prednisona, debido a sus importantes efectos secundarios.

Cuándo buscar atención médica

Si tus tratamientos habituales dejan de funcionar, es hora de acudir a un dermatólogo. Los signos incluyen:

  • Picazón intensa y constante.
  • Ampollas o costras llenas de líquido
  • Hinchazón
  • Alteración del sueño debido a síntomas.
  • Aumento de la sensibilidad de la piel
  • Erupciones generalizadas
  • Fiebre o calor alrededor de las áreas afectadas

El tratamiento para el eczema es iterativo. Los dermatólogos ajustan la terapia según el control de los síntomas, comenzando con opciones de baja potencia y aumentando según sea necesario.

El resultado final

Los esteroides tópicos son un tratamiento inicial útil para la dermatitis atópica, pero no son una solución a largo plazo. Una gama cada vez mayor de medicamentos recetados no esteroides, tanto tópicos como sistémicos, ofrecen alternativas eficaces, a menudo con menos efectos secundarios. Encontrar el tratamiento adecuado puede requerir paciencia y colaboración con un dermatólogo.