El maní hervido (el refrigerio salado y blando omnipresente en las carreteras del sur) tiene una historia curiosa y un perfil nutricional sorprendentemente sólido. Si bien puede que no sean para todos (¡hay que acostumbrarse a ese sabor distintivo!), estas humildes legumbres contienen más de lo que parece.
De África a América
Sus orígenes se remontan a África, donde los cacahuetes verdes se hervían como parte de la cocina tradicional. En los Estados Unidos, su popularidad aumentó durante la era de la Guerra Civil y se convirtió en un alimento básico en las carreteras del Sur. Imagínese detenerse en uno de esos carteles desgastados que anuncian “Maní hervido” que salpican los caminos rurales: ¡es prácticamente una experiencia americana!
El proceso es sencillo: los cacahuetes verdes o crudos se sumergen en agua muy salada y se cuecen a fuego lento durante horas. Esto los vuelve suaves y blandos, listos para ser introducidos directamente en la boca y todo, liberando maní y salmuera en una explosión deliciosamente desordenada.
Nutrición más allá del tostado
Si bien muchos asocian el maní con sus contrapartes tostadas, el maní hervido tiene un aporte nutricional igualmente impresionante, con algunas ventajas adicionales. Ambos tipos comparten nutrientes esenciales como proteínas, grasas saludables (¡buenas para la salud del corazón!), fibra, potasio, magnesio, calcio, hierro y zinc. Las investigaciones también sugieren que los cacahuetes son una buena fuente de resveratrol, un poderoso antioxidante relacionado con la protección celular y la reducción de la inflamación.
Sin embargo, los cacahuetes hervidos cuentan con niveles más altos de antioxidantes gracias a un procesamiento mínimo. Según un estudio publicado en 2022, también reducen el colesterol de forma natural. Y como todas las legumbres, su contenido de fibra contribuye a la sensación de saciedad, lo que las convierte en un excelente refrigerio para controlar el hambre.
Una delicia sureña con poder de permanencia
Entonces, la próxima vez que vea esos atractivos carteles a lo largo del camino, no descarte los cacahuetes hervidos como otra peculiar tradición sureña. Ofrecen una manera deliciosa y saludable de disfrutar esta legumbre versátil, y contienen más que un simple crujido salado.
